20 de junio – Día Mundial del Refugiado: Sobre la urgencia de políticas públicas para la protección de las personas desplazadas y refugiadas en la región

19 de junio de 2022

Desde el 2001, todos los 20 de junio se conmemora el Día Mundial del Refugiado. Esta efeméride establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas busca poner en relieve las necesidades y derechos de las personas refugiadas, además de visibilizar la grave situación que viven millones de personas en el mundo desplazas forzadamente resultado de guerras, crisis climáticas, violación a sus derechos civiles y políticos, entre otras múltiples causas.​

Este año, el llamado de la Organización de las Naciones Unidas es a poner foco sobre el derecho de todas las personas refugiadas y desplazadas a la búsqueda de la protección. Esto abarca el derecho a solicitar asilo, el acceso seguro de todas las personas por lo pasos fronterizos, la garantía del principio de “No devolución”, ninguna persona debe ser devuelta a su país sin antes evaluar los peligros a la vida y dignidad de las personas, la “No a la discriminación” por raza, la religión, el género, orientación sexual y/o el país de origen, y el trato humano y respetuoso a las personas y familias.

Según datos oficiales de la Organización de las Naciones Unidas y su agencia para los Refugiados, ACNUR, en 2022 ya hay más de 100 millones de personas desplazadas en el mundo.  Cifra que viene en franco aumento, y que no se frenó ni siquiera por el confinamiento global de la pandemia en 2020. En ese año se llegó a 82,4 millones de personas desplazadas, de las cuales 26 millones tienen estatus de refugiados. Al mismo tiempo, se han reducido las posibilidades de retorno seguro de las personas refugiadas y desplazadas, si en 1990, un promedio de 1.5 millones de refugiados pudo regresar a sus hogares cada año, en la última década, este número se redujo a 385.000 personas.

A pesar de que el mundo cuenta con instrumentos legales del derecho internacional para la protección internacional de los refugiados, como la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y el Protocolo de 1967 sobre el Estatuto de los Refugiados, la situación es año a año más grave. En 2022, además de la crisis de desplazamiento producto de la guerra en Ucrania, se suma el agravamiento de la situación de millones de refugiados en África sumidos en el hambre por la escasez de alimentos y combustibles resultado de las guerras conflictos, crisis climáticas y COVID-19.

En el ámbito de la región del MERCOSUR, el bloque de integración se ha posicionado en reiteradas ocasiones sobre el tema de desplazamiento y refugio, siempre en el marco de los flujos migratorios y de declaraciones y acuerdos en esta temática. En el año 2000, los ministros de Interior de los Estados Partes, Bolivia y Chile realizaron la “Declaración de Río de Janeiro sobre la Institución del Refugio” donde se menciona por primera vez dentro del bloque la necesidad de armonización en materia de protección: recepción, protección, asistencia y “derecho de los refugiados”.

En 2004, en la “Declaración de Santiago sobre principios migratorios” se destaca una “salvaguarda de protección internacional” reafirmando los compromisos de los Estados de brindar y promover la protección internacional a los refugiados, conforme la Convención de 1951. Posteriormente en 2012, los ministros de Interior del MERCOSUR ampliaron su compromiso en la «Declaración de principios de MERCOSUR sobre la protección internacional de los refugiados«. En tal declaración establecen acuerdo en adoptar políticas migratorias no restrictivas, a identificar situaciones de asilo con enfoque de género y derecho a vivir en familia y garantizar el principio de no devolución. Pero, a partir de 2014, se marcó otro hito en toda América Latina y el Caribe sobre la protección de los refugiados con la Declaración y Plan de Acción de Brasil, desde entonces los países de MERCOSUR como parte de los firmantes de este plan han apoyado las acciones allí enmarcadas.

En este día, el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del MERCOSUR (IPPDH) ratifica su compromiso en acompañar y apoyar técnicamente a los Estados Partes y Asociados del MERCOSUR en toda acción en favor de los derechos de las personas desplazadas y refugiadas. Asimismo, destaca la necesidad urgente de lograr la voluntad política de todos los actores para avanzar certeramente en la garantía y acceso a todos los derechos de las personas en situación de desplazamiento forzado y refugio.

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